Cierto refrán dice así: “Es de bien nacidos ser agradecidos”.
Y qué mejor que agradecer mañana, 27 de noviembre del 2014, DÍA DEL MAESTRO/A, la
labor que todos y cada uno de nuestros maestros y profesores desempeñan
para/con nosotros desde la guardería, pasando por los colegios y los centros de
formación, hasta la educación universitaria.
Estimados/as profesores/as:
El sentido de estas palabras es
sencillamente expresar la gratitud por el tiempo y la constante dedicación en
la ardua tarea de enseñar, por el entusiasmo con el que realizan su trabajo, y
por toda la labor que han desempeñado, que desempeñan y que desempeñarán.
De una u otra forma, ustedes han
ido abriéndose paso, a veces en silencio, entre todas las adversidades que el
destino ha puesto en su camino, como por ejemplo, las innumerables reformas en
la enseñanza.
Supone para ustedes una gran
responsabilidad el llevar, día tras día, la parte más importante de la
formación de las nuevas generaciones. Y pueden decir misa, los que piensan que
el peso de una buena educación debe recaer, única y exclusivamente, en el
ámbito familiar. Debemos negarnos rotundamente, a quitar el mérito que tienen
todos los que, como ustedes, se levantan cada mañana para afrontar en sus
trabajos el complicado y duro cometido de preparar, formar y disponer a los
hombres y a las mujeres del futuro. Quizá, un trabajo bastante desagradecido
por la sociedad en la actualidad. Pero que, sin embargo, es el TRABAJO MÁS
IMPORTANTE DE TODOS.
Hay seres que nacen con un don,
con una vocación que les hará brillar en lo más alto. Esos seres son sin duda
los docentes, que ayudándonos desde bien pequeños a formarnos como personas y
profesionales, pasan a formar una parte fundamental de nuestras vidas. Por
esto, y por mucho más, debemos reconocer y valorar la misión que ejercen los
maestros y profesores a lo largo de todo nuestro proceso educacional. En las manos de cualquier docente ha estado,
está y estará la clave para formar a las venideras generaciones de profesores,
médicos, abogados, ingenieros, jueces, cocineros, científicos, y todo tipo de
profesionales.
GRACIAS por hacer de la enseñanza
vuestro trabajo habitual. GRACIAS por permitir y facilitar el aprendizaje para
cualquier alumno. GRACIAS por no sólo transmitir vuestros conocimientos, sino
también vuestras experiencias y consejos, vuestros valores. GRACIAS por poner a
más de uno los pies sobre la tierra, y por guiar nuestros pasos hacia lo que
hoy es nuestra profesión. GRACIAS por las enseñanzas del ayer, y los recuerdos
del ahora.
GRACIAS a todos los docentes que
desde los inicios escolares se encargan de dejar huella en sus alumnos. GRACIAS
por el apoyo, por la amistad brindada. GRACIAS porque, por ustedes, hay en este
mundo miles de grandes personas.
- A los MAESTROS de infantil. Esos que, muy pacientemente, enseñan
las letras, los números, los colores,… Esos que preparan a los niños inquietos
en sus primeros años escolares, y que aguantan los gritos y los llantos de los
más pequeños, para conformarse sólo con sus preciadas sonrisas.
- A los MAESTROS de primaria. Esos que explican una y otra vez las
lecciones para que todos sus alumnos las comprendan. Esos a los que, alguna
vez, odiamos por dejarnos infinitos deberes en vacaciones, y esos a los que
amamos cuando nos dejan salir temprano al recreo.
- A los MAESTROS de secundaria. Esos que enseñan lo esencial de la
vida adolescente. Esos que parecen realmente estrictos, pero que soportan con
serenidad y tolerancia nuestras quejas y nuestras risas. Esos que logran
encauzar nuestras vidas…
- A los MAESTROS de universidad. Esos que te acompañan durante la
temida y costosa recta final. Esos que celebran contigo la victoria tras el
objetivo cumplido.
MAESTROS DE PROFESIÓN,
MAESTROS DE VIDA.
Que bellas palabras....Date por aludida ,porque tu tambien puedes considerarte maestra... Y estar muy orgullosa de serlo. Un beso.... LM
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